¿Cuáles fueron los peores momentos de nuestra infancia o juventud?
Sin duda alguna algunos están relacionados con estas opciones:
Y así puedo seguir. OJO: No intento echarle la culpa de nada a nadie. A final de cuentas la vida con nuestros padres nos convirtió en las personas que somos hoy, sea bueno o malo, estamos seguras ahora, que somos madres que solo buscaban nuestro bienestar.
Cuando nos convertimos en madres (o padre, si es que alguien del sexo opuesto esta leyendo. Hola.) De manera automática revivimos estas situaciones. En las que nos sentimos, alguna vez, tristes, solos e incomprendidos y juramos a nuestros niños, en brazos, todos rositas y recién saliditos de nuestro horno que JAMAS, JAMAS, JAMAS los trataremos como nuestros padres a nosotras. ¿O no?
Pero ¡OH SORPRESA! Que el niño o niña crece y es el mismísimo Chucky encarnado y ni modo, recurrimos a esos bien conocidos recursos de antaño. Esos que juramos nunca usaríamos. Esos que dicen los psicólogos que deben ser eliminados de los hogares, pero que ¡pues ni modo! Son la última esperanza.
Independientemente de la edad que tengas, los hijos que tienes, tu nivel de madurez, educación o alguna otra situación especia, lidiarás con la culpa de la crianza en más de una ocasión.
Consiente de esto te traigo esta información para hacer de la crianza (si bien, no perfecta) un poco más llevadera y siempre, esperando que te sea de ayuda.
La familia Democrática.
Según los expertos en la materia de familia y crianza, la familia democrática es en la que TOOODOS somo iguales. La cooperación y la armonía son las características principales de esta filosofía, y los desacuerdos familiares son resueltos a base de negociación, discusión y avenencia.
¿Suena bonito no? Romper con ese esquema con el que la mayoría fuimos criados, quitar a los padres de arriba de la pirámide y ponerlos a nuestro nivel. Así como siempre soñamos.
Si gustas probar con este método, puedes intentar, pero ¡AGUAS! Recuerda que al ser una democracia tus hijos tienen el mismo poder que tú. Esto significa que ellos no están realmente obligados a obedecerte o a cumplir con sus responsabilidades dentro del entorno familiar.
La Familia Autocrática.
Muy por el contrario de la familia democrática esta formada por una jerarquía BIEN MARCADA Y ESCRITA EN PIEDRA. Los padres están arriba, obviamente. Los hijos son castigados al desobedecer, no pueden tomar decisiones por ellos mismos y en caso de que haya negociación es solo posible bajo los términos de los mismos padres.
Apuesto que piensas: “IGUALITO QUE EN MI JUVENTUD”.
Te tengo una noticia que tal vez no te guste. Pero si optas por alguna de estas dos opciones, es muuucho muy probable que todo termine en una ANARQUÍA TOTAL.
¿Entonces cual es el chiste de seguir leyéndote, Karen? (de seguro piensas).
Bien. Te tengo aquí una tercera opción que te iluminará.
Tal vez no te guste como suena esto, pero TENDRÁS QUE FORMAR UNA FAMILIA AUTOCRÁTICA. Sip. Eso mismo.
¡PERO ACABAS DE DECIR QUE ESO ME HARÁ CAER EN LA ANARQUÍA, KAREN!
Si, ya lo sé. Pero hay una tercera opción bien escondida y que seguramente has aplicado alguna vez.
La Dictadura en la Familia.
Por mera cultura, estamos acostumbrados a pensar que la Dictadura es sinónimo de: Malo y Opresión.
Pero si nos vamos al verdadero significado de la palabra DICTADURA, esto significa que es un sistema de gobierno en el que UNA PERSONA tiene el CONTROL y RESPONSABILIDAD de tomar las MEJORES DECISIONES posibles por un GRUPO de personas. (¿Qué no es esto precisamente lo que hacemos como padres?)
Ahora, no se trata de tener encerrados a los críos, vestirlos, alimentarlos y programarlos como robots. NO. Se trata de aplicar reglas, saber y reconocer que es lo mejor para ellos SIN placer alguno de solo mangonear a los niños y prepararlos para el momento en que tengan que “gobernarse” a sí mismos (y a sus hijos en algún momento).
El padre o madre “Dictador”:
Una familia que esta (digámoslo así) “Bajo Dictadura” les da a los hijos una seguridad increíble pues el comportamiento familiar es predecible, se crean rutinas sanas y conocimiento de que, si hay desobediencia, también habrá consecuencias.
Como siempre, la ultima palabra la tienes tu. Y como lo he mencionado en otras ocasiones, LO MEJOR PARA TUS HIJOS ES LO QUE TU DECIDES. Mi intención es apoyarte con recursos e información que yo misma he aplicado en casa. (Nota: Santiago, mi hijo de solo 4 años DETESTA su rutina de limpieza, pero ni modo, la Dictadura de Mamá lo exige. Y si, ha habido consecuencias por no seguirla.)
Si quieres aprender más sobre la Dictadura y la Crianza te recomiendo el libro “¡PORQUE LO MANDO YO!” del Dr. John K. Rosemond. ¡De quien soy fan! Jaja.
Como siempre es un gusto que te pases por aquí a leer y compartir conmigo.
Comenta y dinos que piensas de esto. No hay buena o mala respuesta.
Gracias por leer.
- Karen
¡MADRES DESMADROSAS Y DICTADORAS UNIDAS!